Enuresis es el término médico que se refiere a: “orinarse en la cama durante el sueño”. Se considera que a partir de los 5 años de edad el niño no debe orinar la cama. Generalmente Ilegamos con el pediatra con una enorme preocupación: Mi hijo tendrá alguna anormalidad pues se orina de forma frecuente y no parece haber ningún motivo que lo justifique.
Como la mayoría de los niños comienzan a mantenerse secos alrededor de los tres años de edad esto nos inquieta. Los accidentes pueden ocurrir por distintas situaciones inclusive cuando el niño esta enfermo.
La enuresis generalmente cesa en la pubertad cuando se tiene mayor madurez.
El médico podrá evaluar al niño para descartar condiciones medicas que puedan estar causando el problema; como las emociones y tensiones que puedan estar afectando al niño y la dinámica familiar.
Es de suma importancia que los padres estén consientes que el niño no lo hace a propósito y que el evento les causa vergüenza. En un principio el niño no le dará importancia al orinarse pero al observar las respuestas de los padres que generalmente son de desagrado y ansiedad comienza a percibir que algo no esta bien y empieza a preocuparse.
En muchas ocasiones no sabe como manejar esta nueva situación, lo cual hace que sus respuestas puedan ser con ansiedad al igual que los padres, tratando de Ilamar la atención o inclusive agresivamente o con actitudes de rebeldía.
Deben evitarse los castigos, humillaciones y burlas. Apoyarlos con palabras de aliento y felicitarlo cuando logre amanecer seco. No es conveniente sobreprotegerlo y tratarlo como un bebé, sino con una actitud firme pero afectiva enviando el mensaje de que están allí para apoyarlo.
No es una situación fácil de manejar tanto para el niño como para los padres y habrá momentos de desesperación. Es fundamental mantenerse todos en la misma sintonía.
Es importante para los padres sentir que están haciendo todo lo posible para solucionar el problema. Explicarle al niño que no es el único que ha pasado por esta situación, bajar el nivel de tensión diciéndole que no pasa nada que ya están en el camino de solucionarlo, reafirmando que se sabe que él no quiere que esto pase y que están conscientes que esta haciendo todos los esfuerzos posibles.
En ocasiones el niño se verá desanimado al igual que lo padres en el proceso al ver que no mejora, limitándolo de ciertas actividade. Como le representa gran vergüenza, comienza a cuestionar su capacidad afectando su seguridad y autoestima. Se siente diferente e incapacitado. Por lo cual es importante reforzar sus capacidades en otras áreas y explicarle que esta situación tiene solución y es pasajera, sin olvidar alentar sus éxitos.